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domingo, 24 de octubre de 2010

Quizás

-Quizás no fué…

-¿O sí?

-Quizás, no creía que esto pudiese ser tan fuerte.

-Quizás, la monotonía de los días hace que mi vida cada vez sea más gris.

-Quizás, hoy será uno de los mejores días de mi vida.

-O quizás no.

-Quizás sea duradero.

-Quizás sea bueno, o malo.

-Quizás estemos equivocados…

-O quizás no.

-Quizás… ¿Será verdad?

-¿O no?

-Quien sabe.

-Quizás, quizás y quizás… dudas.

-Dudas, tantas que no caben en mi cabeza.

-Dudas repentinas, malas, buenas, tristes, felices…

-¿Por qué?.

-¿Cómo?, ¿Cuando?…

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-Hola.

-Buenas.

-¿Cómo estás?.

-Bien, ¿y tú?

-Bien. ¿Qué te cuentas?

-Nada, ¿y tú?

-Nada.

rutina, siempre rutina. TODO cuanto hacemos es nuestra rutina.

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Era de noche.

Las hojas de los árboles dibujaban una amplia sonrisa diabólica en la pared de la habitación del niño.

El niño tenía miedo, estaba temblando. Pero, no de miedo… ¿O sí?

Miedo a despertarse otra vez y creer que todo va a seguir igual.

Miedo a ser siempre el mismo niño, jugando al fútbol y coleccionando juguetes en una estantería.

Miedo a no llegar a ser nada.

Miedo a seguir siendo él.

Miedo a SÍ MISMO.

 

MIEDO. La mejor de las sensaciones, cuando tenemos miedo, nuestro cuerpo se altera, sudamos, sangramos, nos palpita el corazón más rápido… ¿No es extraordinario?

 

~Ángel

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